EL EDIFICIO ORIGINAL

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está formado por dos pisos y cuatro salas, interconectadas por piezas de maquinaria, de acuerdo con las varias fases de transformación de los cereales, en una tipología vertical, que permitía que el circuito de producción estuviese concentrado en un único edificio. Destaca el sistema de muelas, construido en Bélgica por los talleres Léon Michel-Simonis, y montado en la planta baja de la fábrica en los primeros años de funcionamiento. Una de las salas del 1er piso alberga los silos (con el grano para moler) y, otra, los tamices y equipamientos diversos.

El proyecto museológico de la fábrica de molienda se basa en la preservación in situ de todo el conjunto de equipamientos -que se encuentran aún hoy bien conservados- pudiendo, en el futuro, ser colocados en funcionamiento, con finalidades pedagógicas. Debido al cierre por obras del Museo Municipal de Etnografía fueron recientemente organizados, en este edificio, diferentes núcleos expositivos de ese núcleo, incluyendo gran parte de la colección etnográfica representativa de las artes y oficios tradicionales.